Rolly Romero se postula para enfrentar a Manny Pacquiao
El estadounidense busca una victoria que catapulte su carrera al Salón de la Fama
Mientras el empate entre Manny Pacquiao y Mario Barrios aún divide opiniones en gimnasios, foros y el resto de la industria, un boxeador ya hizo fila para colarse en la historia. Rolly Romero, el carismático campeón welter de la AMB, ve en el filipino de 46 años una oportunidad invaluable
“Un miembro del Salón de la Fama en mi currículum… ¿quién no querría eso? Es la manera más fácil de entrar al Salón de la Fama, ¿verdad?”, declaró Romero al sitio Boxing Scene.
Romero no es un advenedizo. Su hoja de vida tiene el suficiente voltaje para interesar al equipo de Pacquiao. Posee un título reconocido, el de peso welter de la AMB, y, más importante aún, pertenece al mismo ecosistema: Premier Boxing Champions.
En un negocio donde las guerras entre promotoras a menudo son más impenetrables, ese detalle cuenta mucho.
Pero hay más. Romero sabe vender. Ya lo demostró contra Gervonta Davis y Ryan García, dos de los mayores generadores del PPV de su generación. Y en ambos casos, el de Las Vegas encontró cómo provocar, cómo hablar, cómo encender la conversación incluso más allá del ring.
Se habla de Mayweather, de Gervonta, de la revancha con Barrios, pero parece que hoy lo más real para Pacquiao pudiera ser Rolly Romero.
— Salvador Rodriguez (@ChavaESPN)
En un deporte que vive del morbo tanto como del mérito, eso vale tanto como un gancho educado.
La reciente actuación de Pacquiao en su regreso ante Barrios, empate mayoritario, dejó sensaciones encontradas. Para su asesor Sean Gibbons, fue una oportunidad robada.
“Manny se presentó como siempre, pero después de que lo etiquetara varias veces, Barrios empezó a correr… como si Manny fuera un agente de ICE”, sostuvo Gibbons.
Pacquiao, a sus 46 años, no pareció un símbolo de nostalgia. Más bien, mostró chispazos de aquel motor inagotable que lo llevó a conquistar títulos en ocho divisiones. Sus piernas, aunque menos eléctricas, se mantuvieron firmes durante 12 asaltos. Su mentón resistió. Su voluntad, intacta. Lo que necesita ahora no es un rival cómodo, sino uno que justifique un nuevo espectáculo: cinturones en disputa, tensión comercial y narrativa atractiva.
Rolly Romero ofrece y un poco más. Tiene 17 victorias, 13 por nocaut, y una carrera que ha oscilado entre el atrevimiento y la redención. Fue noqueado por Gervonta Davis en 2022, perdió su cinturón de 140 libras ante Isaac Cruz en 2024, pero se repuso venciendo a Ryan García por la vía rápida y se coronó interino en 147. El título regular llegó cuando Jaron Ennis subió de división.
En medio de una división welter en transició, Romero tiene algo que pocos pueden ofrecer: polémica, cinturón y narrativa.
“Podemos lograrlo”, aseguró con seguridad. “Todo tiene que tener sentido. Y esto lo tiene desde el principio.”
Si Manny Pacquiao no se vuelve a retirar, contra Rolly Romero es el combate.
— JuliusJulianis (@julianisjulius)
Hay cinturón mundial, el público tendrá la impresión de que es una pelea que Pacman puede ganar y Rolly es el mejor en las conferencias de prensa.
Y todo eso a la vez significa $$$
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En un deporte donde los combates se construyen tanto con números como con declaraciones, el simple hecho de querer enfrentarse a una leyenda ya es un golpe certero.
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