Román Chocolatito González pelará el 12 de septiembre en Nicaragua
A los 38 años, Román González peleará en Managua para seguir alimentando una carrera que lo convirtió en ícono mundial


En el boxeo, donde la juventud suele dictar los tiempos y la gran mayoría de los ídolos envejecen fuera de lo reflectores, Román Chocolatito González sigue boxeando por algo más que una victoria. A los 38 años, con cuatro divisiones conquistadas y un lugar asegurado en el Salón de la Fama, el nicaragüense ha decidido que aún no es momento de colgar los guantes.
El próximo 12 de septiembre, frente a un rival de menor perfil como Héctor Robles (13-8-3, 4KO´s), en el Polideportivo Alexis Argüello de Managua, González buscará otra noche de conexión con su gente y consigo mismo.
No se trata de una pelea que altere la escena mundial. Pero sí de una que confirma un deseo: seguir. En un tiempo en el que las carreras se extienden más allá de los 35 — Nonito Donaire, Manny Pacquiao o Gennady Golovkin—, González se rehúsa a ser una estatua del pasado. La victoria por nocaut técnico en julio de 2024 ante Robert Barrera marcó su exitoso debut en peso gallo, y más que cerrar un ciclo, pareció abrir otro.
Construcción de un imperio
Román González debutó como profesional en 2005, en un gimnasio de Managua que parecía más improvisado que reglamentario. Tenía 18 años y un nombre que pronto se convertiría en símbolo. Su ascenso fue meteórico: campeón mundial mínimo en 2008, luego minimosca, mosca y supermosca. En 2015, fue el primer nicaragüense en ser considerado el mejor boxeador libra por libra del planeta. Superó así a su ídolo, Alexis Argüello, a quien homenajea cada vez que cruza las cuerdas.
En una época dominada por pesos welter y medianos, González llevó el foco a las divisiones pequeñas con una mezcla de agresividad metódica, volumen de golpes y precisión. Su boxeo era tan ortodoxo como bello.
Su récord de 52-4 con 42 nocauts es la evidencia de una longevidad construida con disciplina. González se mantuvo invicto durante sus primeras 46 peleas. Sus únicas derrotas llegaron en la parte final de su carrera, dos de ellas ante Srisaket Sor Rungvisai, y una más en la tercera pelea contra Juan Francisco Estrada, en diciembre de 2022.
Tras la caída ante Estrada, muchos imaginaron su retiro. Sin embargo, en julio de 2024 regresó con un nuevo aire, ahora en peso gallo. Con su victoria ante Barrera, demostró que aún puede competir a nivel respetable.
En una era donde los boxeadores son más selectivos con sus calendarios y las grandes bolsas condicionan los desafíos, González representa otra escuela: la del que pelea para seguir siendo boxeador.
Que el próximo combate sea ante Héctor Robles no cambia la narrativa. Chocolatito no busca otra trilogía, ni una guerra de PPV. Busca mantenerse activo, afilado, vigente. En su tierra, con su gente. Es el segundo combate consecutivo en Managua, donde se le recibe como a un héroe que todavía entrega capítulos.
El Polideportivo Alexis Argüello será una máquina del tiempo. Ahí, donde muchos irán a recordar, González intentará que lo recuerden peleando.
🚨 Chocolatito Return Finally Set
— Brunch Boxing (@BrunchBoxing)
📢 ANNOUNCED: Roman Gonzalez vs. Hector Robles
📆 09/12
📍 Polideportivo Alexis Argüello | Managua, Nicaragua
🎬 Güegüense Box Promotions
🎥 Camino A La Independence
📺 Viva Nicaragua Canal 13
La pelea del 12 de septiembre puede ser leída como trámite para seguir adelante o como preludio. González no ha hablado de retiro y su cuerpo, aunque ha acumulado guerras, sigue respondiendo. Con 38 años, ha entrado en ese terreno donde las motivaciones pesan más que los rankings.
Chocolatito pertenece a esa clase de peleadores que nunca vendieron humo. No fue polémico, ni histórico, ni artificioso. Ganó peleando y así quiere seguir manteniéndose dentro del encordado
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