Las mejores anécdotas de Núñez: Del 'quicir' a la 'cosa fosca', pasando por la portera de su casa
Más allá de su obra como presidente, Josep Lluís Núñez, genio y figura, dejó algunas de las mejores anécdotas del Barcelona moderno.


La portera/El portero de su finca
Un personaje que apareció dos veces en su vida en público. La primera es cuando para justificar el despido de Cruyff dijo que el técnico holandés le había pedido fichar a Zidane, Giggs y Aaron Winter. Según Núñez, eran jugadores que “los podría fichar la portera de mi casa, no hace falta ser entrenador para decir esos nombres”. La segunda vez, fue hace un par de años, cuando después de salir de la cárcel, Catalunya Ràdio llamó a su domicilio para preguntar en directo dónde pasaría la Navidad. Fue el propio Núñez el que cogió el teléfono y se hizo pasar por el portero de la casa diciendo “aquí no hay nadie, yo soy el portero y pasaré la navidad en la portería”.
Quicir
La facilidad de palabra no era su fuerte. Se comía sílabas y en catalán introducía muchos castellanismos y viceversa. Como cuando en una asamblea de la RFEF habló de la “vaga”(huelga en catalán) de jugadores ante un auditorio que creía que se refería a la holgazanería de los futbolistas. Pero la mas celebrada de todas las anécdotas en este aspecto la explicó Jorge Salvador, por entonces en Força Barça con Alfonso Arús. “Por aquel entonces en el programa imitábamos a Núñez exagerando sus fallos al hablar. Uno era el de decir ‘quicir’ en vez de “quiero decir”. Incluso le poníamos un contador en los discursos para ver si decía más veces ‘quicir’ que ‘pulutant’ (por lo tanto). Un día, tras ganar un título y antes de ir a la Plaça de Sant Jaume, el hijo de Núñez, que era muy amigo mío me preguntó qué tenía que decir su padre desde el balcón de la Generaliat para caer bien a la gente. Yo le dije sin duda que ‘quicir’. Llegado el momento, con toda la plaza gritando ‘quiciiiir, quiciiir”, Núñez tomó el micrófono y dijo perfectamente “quiero decir”.
El nombre de la ciudad
En una recepción en el Ayuntamiento de Barcelona, Núñez en el discurso ante las autoridades se refirió a la ciudad “como esa ciudad que lleva el nombre de nuestro club”.
Una cosa fosca
Como a veces no recordaba, o no quería recordar, el nombre de algunos periodistas, les ponía motes. Una vez, en una rueda de prensa en Francia calificó a un conocido reportero que acostumbraba a ir de negro como “una cosa fosca (oscura) que me habla desde el fondo pero no puedo distinguir”.
Ya se puede morir
En la presentación de un jugador del Barcelona, Núñez se dirigió a los padres del joven diciendo “fichar por el Barcelona es uno de los momentos de más alegría que puede tener un futbolista. Estamos muy contento de que estés aquí y tus padres también lo están, has alcanzado una meta así que ya se puede morir”.
El dinero
La cuestión económica siempre le preocupó. Hasta el punto que una de sus ultimas apariciones en el Camp Nou para votar, le preguntaron por el balance y se echó a llorar. Siempre fue estricto con el gasto y regateó el dinero que era de los socios. Decía respetar a esos socios que “están en el paro y no pueden pagarse ni el carnet de identidad”.
Los tres pañuelos
Nunca toleró la crítica y le puso especialmente nervioso la moción de censura del Elefant Blau que impulsó Joan Laporta entre otros, que colgaron en el Camp Nou la famosa pancarta “Maria Lluïsa, porta’l al cine” (Maria Luisa, su esposa, llévatelo al cine). Núñez acusó a los del Elefant de ser "gangsters que van con pistolas" y les acusaba de propiciar pañoladas: "algunos van al campo con tres pañuelos", aseguraba.
Del Espanyol, pero buena persona
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En su intento de engrandecer el club, Núñez es el responsable de la creación del Museo del Barça, el mas visitado de Catalunya actualmente y que lleva su nombre. También se preocupó de dotar al Barcelona de un fondo de obras de arte mediante una Bienal que, tras su primera edición propuso “repetirla cada año”. En cuestiones museísticas tenía como asesor al conocido coleccionista Pablo Ornaque, destacado socio y ex directivo del Espanyol. "Ornaque, curiosamente es un fan del Espanyol, pero es buena persona".
El niño secuestrado
Antes de las giras, los contratos mundiales y la globalización del fútbol moderno, Núñez exportó la marca Barça por todo el mundo. Para probarlo, en un discurso dijo que "el mundo es del Barça, hace poco, en las noticias dieron las imágenes de unos niños secuestrados en África y uno llevaba la camiseta del Barcelona".