El Milan triunfa a pesar de la roja a Ibrahimovic
Los rossoneri batieron 2-1 al Parma a domicilio, reforzando su posición en la zona Champions. El sueco fue expulsado por protestar con el árbitro.
Con el scudetto ya casi imposible (el Inter tiene ocho puntos de ventaja y un partido menos), el Milan debe sellar su pase a la próxima Champions, objetivo esperado desde hace ocho años. Haber ganado en Parma, en este sentido, fue vital: los milaneses, a la espera de los enfrentamientos de mañana, alargaron su ventaja sobre el Nápoles hasta los siete puntos.
Los rossoneri empezaron el partido con otra actitud y ritmo respecto al empate con el Sampdoria. El buen comienzo tuvo frutos muy pronto, ya que, en el 8', Ibrahimovic encontró a Rebic desde el límite del área y el croata batió a Sepe con un potente disparo. Con el 1-0 en el marcador, los milanisti le dejaron algo de iniciativa a los locales, que nunca crearon peligro. Estuvo muy activo, como siempre, Theo Hernández, que canceló el error de la semana pasada con una bonita combinación con Ibra, terminada con el francés cediendo a Kessié la asistencia del 0-2 a un minuto del descanso.
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El Milan entendió enseguida que la tranquilidad se había terminado con la primera mitad. La segunda parte comenzó con una doble intervención de Donnarumma sobre Conti y Pellé, y sobre todo con la expulsión de Ibrahimovic. En el 60', tras una falta a favor de los milanisti, el sueco le dijo algo al árbitro, que nada más escucharle sacó la tarjeta roja.
En superioridad numérica y con media hora por delante, el Parma se volcó al ataque y recortó distancias con Gagliolo, que recibió un pase de Pellé. El Milan, no obstante, supo sufrir cerrando filas y aguantó bien hasta el descuento, cuando Leao firmó el 1-3 en el contragolpe de la sentencia. Fue una victoria fundamental que certifica la fuerza rossonera lejos de San Siro. De los 63 puntos que suman los de Pioli, 40 han llegado a domicilio...