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Monitores y vista

No nos tiene que caber duda de que el componente más importante de nuestro PC es el monitor. Lo es porque afecta directamente algo único e irremplazable: nuestros ojos.

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Este artículo viene a partir de las muchas preguntas y respuestas aparecidas en nuestros foros sobre los monitores, la frecuencia de refresco, lo que se considera saludable o no y todo lo que tiene que ver con la elección, configuración y uso de tarjetas gráficas, monitores y esa gran 'amiga'… la televisión. Nos vemos obligados a publicarlo dado que, mientras el desconocimiento del funcionamiento de una placa base o un disco duro tan sólo afectará a los rendimientos o al bolsillo -en forma de visita al servicio técnico o la sustitución-, el mal uso del monitor y la tarjeta gráfica puede ir propiciando, año tras año, unos daños irreparables en la vista, además de molestias puntuales como mareos, dolores de cabeza y "vista cansada". ¿No estáis hartos de que siempre se nos asocie a todos los que "le damos a la tecla" con unas gafas "culo de vaso" en plan Sr. Topo?... Bien, pues evitar tales males es sumamente sencillo. Lo comprobaremos a lo largo del presente artículo... 

/es/node/ArrayPara empezar, tened claro que son los ojos los máximos responsables de todas las molestias tipo mareos o dolores de cabeza. Aparentemente no son los culpables de nada en concreto ya que no nos llegan a doler los propios ojos. Sin embargo, a bajas resoluciones lo ves todo perfecto, pero luego viene el dolor de cabeza... Vemos un texto perfectamente, pero a las pocas horas somos incapaces de poder seguir leyendo... Y parece que los ojos no son culpables de nada porque no son capaces de percibir el parpadeo que le llega del monitor, televisión o cualquier otra pantalla. Sin embargo, el cerebro sí que es capaz de percibirlo, y por tanto es el que propicia el dolor de cabeza, mareo o agotamiento, advirtiéndonos de que algo no va bien...

El ojo sólo alcanza a distinguir unos 21 Hertzios o imágenes por segundo (fps). Cualquier cosa que veamos por debajo de esa frecuencia nos dará sensación de incontinuidad, de tirones... y a medida que aumentamos la frecuencia ganará esa continuidad y dará la sensación de que estamos viendo algo "sólido", sin parpadeos. El experimento más sencillo, y que seguramente todos hemos hecho alguna vez, es hacer dibujos en la esquina de cada página de un libro, de modo que cuando pasamos a gran velocidad esas páginas con la vista en los dibujos, nos da la sensación de que es un mismo dibujo en movimiento, no cientos de ellos fijos. Si disminuimos la velocidad al pasar páginas, perderemos esa sensación de movimiento, ya que a nuestros ojos tendrán tiempo de apreciar que realmente son dibujos fijos. Esta peculiaridad de nuestra vista es la que propició, en un primer momento, los dibujos animados y posteriormente el cine. Otro efecto en el que se aprecia claramente la importancia de la velocidad o frecuencia con que se ve una imagen, lo obtenemos al mirar la rueda de un coche en movimiento o, mejor, la de un carruaje. A todos de pequeños nos ha intrigado el saber por qué los radios de las ruedas giraban hacia adelante y luego hacia atrás... Simplemente es otra peculiaridad del complejo cuerpo que habitamos.

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Si hemos entendido y comprobado lo anterior, entender el funcionamiento de un monitor o TV es muy sencillo. En el monitor, igual que en el libro dibujado del ejemplo, se colorean una serie de puntos en cada fotograma. La velocidad con la que discurran estos fotogramas ante nuestros ojos nos dará la sensación de que vemos un objeto sólido en movimiento. Cuantos más fotogramas y más rápido se muestren mayor será esa sensación. Si por contra no hay suficiente velocidad o "frecuencia de refresco", el cerebro "no se dejará engañar" e intentará ver cada fotograma independientemente, algo que acabará agotándolo, con las consecuencias ya comentadas de vista cansada, dolores de cabeza, etc, etc...

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Hasta aquí, los conceptos más básicos de la imagen y la frecuencia de refresco. Pero no sólo la velocidad a la hora de mostrar la imagen afecta nuestra vista... También la calidad de la misma lo hace...

En cuanto a la calidad, empezaremos por lo más sencillo y que puedes ir ajustando ahora mismo que estás frente a tu monitor...

-         El brillo: Sencillamente es horrible para los ojos (como todos habríais supuesto hace tiempo). Posiblemente la mejor opción para tener el monitor es con el brillo bajo, dejando el monitor un pelín oscuro también se nota de cara a la salud del ojo. Seguramente esta configuración será inadecuada principalmente a la hora de jugar, momento en el que necesitaremos algo de brillo, pero podremos recuperarla una vez hayamos dejado de jugar y nos vayamos a dedicar a leer o navegar...

/es/node/Array-         El contraste: Evidentemente si además del brillo, bajamos también el contraste, no veremos absolutamente nada. El consejo es mantener el contraste al máximo y con el mínimo brillo posible. De ese modo se apreciarán mejor las diferencias entre blancos y negros, algo muy útil a la hora de leer largo tiempo.

-         El filtro: Los que tengáis monitor muy viejo o tarjetas gráficas de cuando las tarjetas de 1 Mega eran la bomba, conviene que os paséis por la tienda y compréis un buen filtro. Sencillamente, como con todo, el paso del tiempo cambia las cosas. Un monitor viejo comienza a ofrecer imagen menos nítidas, hay que aumentar el brillo... mientras que las tarjetas gráficas prácticamente acababan de aprender a ofrecer imágenes en color y a 640x480 y las primeras no lo hacían demasiado bien... Por supuesto, la opción de no comprar el filtro y comprar un buen monitor y tarjeta gráfica es aún más recomendable.

Antes de nada vamos a empezar a entender un par de conceptos que luego nos ayudarán a comprender el resto del artículo...

La velocidad o bitrate de las señales digitales a través de una línea de transmisión (un cable) es la velocidad de transmisión medida en bits por segundo (bps). Por si a alguno le suena de algo, los baudios y los bps NO son lo mismo. Como habréis supuesto, cuantos más bps, mejor...

Sin embargo, en la mayoría de los casos, todavía se hace transmisión de datos de manera analógica, ya que el mundo es ANALÓGICO. La velocidad de transmisión analógica se mide en Hertz (aka Hertzios) o ciclos/segundo. Aquí, también…como el burro…ande o no ande, burro grande.

La capacidad de transmisión de un canal se llama ancho de banda.

Y en eso reside la importancia de la tarjeta gráfica a la hora de poder afectar a nuestra vista.

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Partamos de la idea de que si tenemos una tarjeta gráfica nueva, no vamos a encontrar en ella el obstáculo para configurar nuestro PC de la manera más saludable para la vista. Sin embargo, en tarjetas con unos añitos o en otras que sencillamente son de mala calidad, el citado ancho de banda cobra una gran importancia.

Evidentemente cuanto mayor sea la resolución presentada y más sean las veces que se presenta en pantalla -refresco-, mayor es la cantidad de información que ocupa el ancho de banda. Con un ancho de banda limitado, se limita por tanto la cantidad de información que lo cruza. Para reducir la cantidad de información, o bien se reduce la cantidad de puntos en pantalla -resolución- o bien se reduce las veces que se muestra. Los comerciales son conocedores de que el gran mercado sabe perfectamente lo que es una resolución de pantalla, pero que no todos saben la importancia de ofrecer una mayor frecuencia de refresco. De ese modo las tarjetas gráficas se diseñaron de modo que aprovechaban su reducido ancho de banda con resoluciones lo más altas posible, a costa de sacrificar la frecuencia de refresco. Este es el verdadero problema de contar con una tarjeta gráfica vieja. Si dicha tarjeta no es capaz de ofrecer al menos 75Hz en la resolución a la que trabajas, ya estás tardando en tirarla a la basura.

Para empezar, debéis saber que no son antagónicos, que ni uno es bueno ni el otro es malo. Uno es mejor que el otro en determinados aspectos, pero es algo inevitable por su propia estructura y su funcionamiento.

Haré una breve distinción entre ambos:

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-         Los monitores CRT son los de 'toda la vida', esos que parecen 'una tele en miniatura'. Son bastante más baratos y en principio los que ahora mismo tiene casi todo el mundo.

-         Los monitores TFT 'Thin Film Transistor' son completamente diferentes y no tienen nada que ver con los CRT. De hecho, son completamente digitales (si tienes una salida DVI en tu tarjeta gráfica, debes saber que esta salida está diseñada exclusivamente para estos monitores). No obstante, también admiten la salida VGA de toda la vida.

Entre las muchas diferencias que podemos encontrar entre ambos monitores, hay dos que destacan a gran distancia: Tamaño y precio.

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El funcionamiento de estos monitores, descrito de una manera sencilla, es el siguiente: El monitor recibe los datos de color y posición en un punto determinado a través del cable que viene desde la tarjeta gráfica. Entonces, según lo que le llega por el cable, dentro del tubo de imagen se aceleran electrones mediante un campo electromagnético. Para distribuir los electrones por la pantalla se usa un deplexor horizontal (para extenderlos a todo el ancho de la pantalla) y un deplexor vertical que expande la salida del deplexor horizontal a todo lo alto de la pantalla. Estos electrones después chocan contra la pantalla, y voilá! Tenemos la imagen. Para conseguir los colores se utiliza un sistema de cristales de colores que al chocar el electrón contra ellos dan un color u otro.

Los CRT (Cathodic Ray Tube) son los monitores de la discordia, los que sí que hacen que pueda o no dolerte la cabeza tras una larga jornada delante de la pantalla. Todo esto es debido al ya citado REFRESCO VERTICAL del monitor. Los monitores tienen dos refrescos; vertical y horizontal. El refresco horizontal no tiene mayor problema, ya que es de varios kilohercios y no nos dará problemas. No obstante, el refresco vertical sí. 

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El principal problema de los monitores CRT es que son como una tele, pero con mayor resolución y que lo tienes mucho más cerca de la vista. Los monitores tienen mucha más resolución que la tele, porque nuestra amada tele se 'aprovecha' de los defectos del ojo, pero esto lo comentaré más tarde.

Todo lo que se representa en pantalla sale de la tarjeta gráfica (como era de suponer) y va por el cable del monitor, llegando al final al monitor, luego ya tenemos problemas; que la tarjeta gráfica no dé suficiente información, que el cable no tenga suficiente ancho de banda para transmitir la información que le da la tarjeta gráfica o que el monitor no tenga suficiente capacidad para mostrar en pantalla todo lo que le llega por el cable. 

Ya hemos comentado lo que ocurre cuando el ancho de banda de la tarjeta no es suficiente. Gracias a las nuevas memorias, el ancho de banda de las actuales tarjetas gráficas ha acabado con sus limitaciones en la frecuencia de refresco vertical, pudiendo, en la mayoría de los casos, alcanzar sin problemas los 100Hz en la resolución de 2048x1536 píxeles.

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Así, hoy día, el principal culpable de un insuficiente refresco de pantalla es el monitor. Ya sea porque "no llega" o porque está mal configurado. Si es tan antiguo o simplemente tan malo que no puede ofrecer unas frecuencias de refresco suficientes, o bien bajamos la resolución, con sus evidentes inconvenientes, o bien compramos un monitor nuevo, pero esta vez haciendo saber en la tienda que con nuestra vista no se juega.

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Así que hemos de empezar a pensar de una forma distinta. Ya hemos pasado esa fase iniciática en la que nos quedábamos en aquello de "se ve bien" o "se ve mal". Ahora sabemos que lo fundamental de un monitor y de su cableado es que soporten un gran ancho de banda. Pensad que cuando trabajáis con cualquier programa, por ejemplo con una resolución 1024x768 a 85 Hz, tenemos 786.000 puntitos diferentes que la tarjeta gráfica emite 85 veces por segundo, luego ya son 67 millones de puntitos en un segundo. Si ahora tenemos que dar los 3 colores básicos (RGB) se nos triplica la información tratada, de modo que muchos monitores no pueden con ella.

Sin embargo, tristemente es más habitual que haya una mala configuración del hardware, a que sea un problema del mismo. Lo primero que hemos de hacer es descargarnos el driver de nuestro monitor. Puede parecer innecesario porque cualquier sistema operativo ofrecerá una señal "estándar" desde la tarjeta gráfica de modo que cualquier monitor funcionará sin instalarle su controlador. Sin embargo, si Windows no detecta el monitor concreto que tenemos, lo considerará como un "monitor predeterminado" y seguramente limitará las posibilidades del mismo. Con el driver del monitor instalado sabremos exactamente hasta dónde y cómo puede llegar dicho monitor y haremos los cambios de una forma rápida y segura.

Si usáis Windows XP o W2000, debéis saber que tienen por defecto limitado el refresco a 75 Hz. Para corregir este error hay que recurrir a programas de terceros fabricantes, tales como el Refresh Force, disponible en con el que podéis configurar el refresco y la resolución de pantalla, independientemente de la tarjeta gráfica de que dispongáis. Eso sí, debéis consultar las frecuencias máximas que podéis alcanzar a cada resolución, para evitar problemas.

Una vez sabemos lo que es la frecuencia de refresco vertical, cuáles podemos poner y cómo hacerlo... llega la pregunta del millón ¿Qué frecuencia de refresco es mejor usar?...

La respuesta es bien sencilla: La máxima que podamos poner sin problemas. Si podemos poner 85Hz, siempre será mejor que 75 y si podemos poner 90 ó 100, mucho mejor. El único límite hacia arriba puede venir de que nuestro monitor no se comporte correctamente a una frecuencia que le resulte demasiado alta. Puede producir emborronamiento de la imagen, curvaturas en los bordes de la pantalla... En ese caso sí que es recomendable bajar algo el refresco vertical.

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Lo que sí tenemos claro son los mínimos a los que se debería trabajar. Si tenemos pantallas de 15", las más extendidas hoy día, no deberíamos bajar de los 75 Hz.  Si los monitores son de 17" ó de 19", elevaremos el mínimo admisible a los 85Hz. Por supuesto a frecuencias menores todo funciona sin problemas, la imagen es aceptable... pero se trata de cuidar la vista. Hemos de exigir frecuencias saludables.

Y en este punto hay que hablar de aquellas empresas donde se trabaja con monitores. Son millones las personas que a diario se abrasan las pestañas sus ocho horitas en una oficina delante de un PC, algo que multiplica los efectos nocivos que un monitor deficiente o mal configurado puede provocar. No son pocas las empresas que con el fin de no aumentar costes y dado que sus trabajadores no van a trabajar más que con texto, compran tarjetas gráficas de saldo y monitores del mismo nivel. Tristemente hay millares de trabajadores que pasan largas horas frente a un monitor funcionando a 60Hz, velocidad que adoptan por defecto tanto monitores, como tarjetas gráficas, como sistemas operativos y que son totalmente insuficientes. Muchas de estas personas alegan que trabajar con un PC "les sienta mal". Eso es un gran error. Todo ese malestar se solucionaría de una forma tan sencilla que resulta ridículo que no se controlase algo más. Simplemente hemos de aumentar el refresco de pantalla y adoptar una posición correcta y cómoda sentados frente al PC... Si piensas que puedes estar en una situación como la descrita, asegúrate de la frecuencia a la que está trabajando tu monitor. Si es inferior a liccwin247.comentadas, reclama que solucionen esa deficiencia. Se puede hacer por un coste mínimo y tú lo agradecerás...

Bueno, pues ahora veamos la auténtica revolución de los monitores…unos monitores finos, ligeros y con gran calidad de imagen…aunque todavía pelín caros.

En primer lugar…¿cómo funcionan? 

Los TFT son monitores completamente digitales, ni más ni menos. Básicamente su funcionamiento es: cogen los datos de la entrada (generalmente te dejan elegir entre cable VGA clásico o la nueva salida de vídeo digital, DVI. Si tienes un TFT y tarjeta con esta salida, es más que recomendable que sea la que uses. Sencillamente porque el sistema se ahorrará el transformar la señal digital de la tarjeta en analógica para llevarla por el cable y después de analógica a digital, para que la acepte el monitor. Mediante la salida DVI, la señal será siempre digital, sin pérdida alguna de calidad. El monitor recibe los datos, que son básicamente el nivel de verde, rojo y azul de cada píxel y el píxel en concreto. Para conseguir la imagen, estos valores de color y posición llegan a una matriz activa, formada por miles de celdiccwin247.compuestas por transistores. A continuación, un cristal líquido se encarga de modular la cantidad de luz que puede pasar por cada punto y, sobre él, se colocan 3 filtros de color (RGB) rojo, verde y azul, uno sobre cada transistor de la celda.

Para terminar, un cristal polarizador complementa la acción del cristal líquido, permitiendo que pase sólo la luz previamente polarizada en determinada dirección.

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Estos monitores tienen algunos problemas: tienen muchísimas lamparitas (varios millones), por lo que el cableado interior del monitor es muy complicado y eso es lo que en principio hace que sean más caros que los CRT de toda la vida. Otra desventaja que tienen es que esos transistores pueden fundirse por problemas de calor, ya que son muy delicados y en general, pequeños (por deciros algún ejemplo, una ATI Radeon 9700 PRO tiene 110 millones de transistores).

Otro problema que se les presenta es que su resolución máxima es de 1024x768 (los de 15').

Pues la verdad, depende. Hemos planteado sus problemas, pero también tienen ventajas, como todo en esta vida, digo yo: 

Para empezar, la pantalla es 100%  plana, cosa IMPOSIBLE en un CRT. 

Otra ventaja que tienen es que no dañan para nada la vista, debido al sistema que tienen de imagen, por lo que con su frecuencia de refresco por defecto (75 Hz, así que ponerlo a más es tontería). De cara a personas que pasan mucho tiempo delante de la pantalla se convierte en una opción más que recomendable. 

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Generalmente todos los TFT vienen con un hub USB o posibilidad de convertir el monitor en una pantalla táctil.

Las 15' que el tiene el TFT son reales, cosa que en el CRT no lo son, ya que la pantalla está bombeada y por tanto, un monitor de 15' CRT tendrá una diagonal de tamaño menor que un monitor TFT del mismo tamaño. Aproximadamente, un monitor de 15' TFT puede llegar a tener la diagonal del mismo tamaño que un monitor de 17' con tubo no plano.

Pero aparte también hay otras características que en principio pueden hacer que el que esté leyendo esto le guste o no un TFT y pretenda (o no) comprárselo: desde que un transistor se ilumina hasta que se apaga y vuelve a iluminarse otra vez (esto es lo que hace cuando cambia un punto de color y se denomina TAP, Tiempo de Apagado del Pixel) tarda un tiempo que hace que en ocasiones no resulten el complemento ideal para esa monstruo-tarjeta gráfica que muchos tenéis. Esta lentitud a la hora de cambiar de color cada pixel genera un efecto de "estela" cuando un objeto se mueve por la pantalla, algo que resulta sumamente molesto cuando jugamos, convirtiendo este tipo de monitores en desaconsejables si somos unos "jugones". Para observarlo basta con mover el puntero del ratón sobre un fondo negro.

Otro 'problema' que tienen los TFT es que su dot pitch -tamaño del pixel- es superior al de los CRT. Mientras los CRT poseen un pitch de hasta  0.21, los TFT no bajan de los 0.29. Por lo tanto, debéis preguntaros si os merece la pena y qué vais a hacer con él, ya que por el precio de un TFT de 15' tenéis un monitor de 19' plano (recordemos que los TFT todavía rondan los 400€). 

Ojo, puede parecer que soy un defensor a ultranza de los CRT (ahora mismo mi opción sería un CRT de 19'), pero no es cierto. Los monitores TFT son plenamente recomendables. Conozco a mucha gente que tiene TFT's en su casa y están contentísimos con él. No lo cambiarían por nada del mundo, y también conozco gente que prefiere trabajar sobre el portátil porque tienen pantalla TFT, y les molesta menos a la vista y les resulta más cómodo. Como siempre, lo mejor para juzgar esto es ir a una tienda y comparar…que te enseñen un TFT y un CRT en diferentes campos (el entorno Windows, juegos…) y luego decidirte. Eso es lo mejor, como casi siempre.

Seguro que la habéis desterrado de vuestras vidas salvo cuando encendéis vuestra consola. Muchos la hemos cambiado por ese ordenador donde puedes ver pelis en cd con una calidad superior a la suya, o simplemente porque pasas más tiempo jugando al Quake de lo que debieras… todo puede ser.

Actualmente las teles son en su mayoría CRT, aunque empiezan a aparecer pantallas planas, ya sean TFT o de plasma, aunque a precios muy prohibitivos -hasta hace poco era imposible encontrar una pantalla de plasma por debajo de los 6000€-..

La frecuencia de las televisiones es de 50 Hz y 25 cuadros por segundo, que obtienen del enchufe (la toma de tensión de casa es a 220-230 voltios y a 50 Hz). En Estados Unidos y Japón es a 60 Hz, ya que ellos tienen los enchufes a 110 voltios y 60 Hz. En principio es más fiable la instalación eléctrica europea, por si alguno tenía dudas. En general se usa un sistema de entrelazado de líneas para solventar el problema del parpadeo.

En Europa existe el sistema PAL A y PAL B. Los franceses como son muy especiales, utilizan una variación llamada PAL-SECAM. Básicamente, el sistema PAL posee 625 líneas, tanto horizontales como verticales, que son recorridas por un único píxel. Me explico: no se generan todos los píxeles a la vez, como en un monitor, sino que se va coloreando punto por punto. Dicho punto es más grande que los de los monitores, y esa diferencia negativa de calidad de imagen se disimula porque los puntos son más redondeados que en el caso de los monitores y además la tele se ve siempre desde una distancia mayor que un monitor. Si os ponéis muy cerca de la tele podréis comprobar esto que estoy diciendo.

La señal de televisión no tiene nada que ver con la señal que le entra a un monitor por el cable. En general se envían dos variables diferentes al RGB: luminancia y crominancia. La luminancia es la señal que tenían las teles en blanco y negro, que es el motivo de esta configuración, para así mantener una compatibilidad con los televisores clásicos.

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La crominancia posee dos componentes, que consisten en restar a la componente azul y a la componente roja la luminancia.

En total, se obtienen 5 MHz de ancho de banda por canal de televisión analógico y en el caso de la televisión digital, se necesitan aproximadamente 4.2 Mbps, después de tratar a la imagen con compresión MPEG.

Como podéis ver, la televisión da peor calidad, pero cuenta con la ventaja de que está en el comedor, y por tanto, tenemos nuestro cómodo sofá o butacas estilo Friends, que hacen que nos decantemos por ella. Y, sobre todo, una televisión de 21" cuesta la cuarta parte que un monitor de 19"...

Una vez sabido cómo puede afectar una frecuencia de 50Hz a nuestra vista, además de la mayor cantidad de radiación que emiten comparada con los monitores, debemos darnos cuenta de lo perjudicial que puede ser jugar a la consola demasiado cerca de la televisión. Si ya de por sí ver la televisión con exceso de brillo, a oscuras o demasiado cerca es perjudicial para la vista, aún lo es más jugar, dado que se requiere más esfuerzo visual para esquivar disparos que para ver una película y la vista se mantiene durante más tiempo fija en pantalla.

Ahora somos jóvenes y todas estas advertencias nos suenan como que no va con nosotros, pero los años pasan y nadie desea una "achaque" o unas dioptrías de más sólo por habernos empeñado en jugar sentados en el suelo, en una postura perjudicial para la columna, a pocos palmos de la pantalla... Pensadlo.

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