Técnicamente no es nada del otro mundo. Si bien gráficamente resulta aceptable, no pasaría de ser un título de la primera hornada de PS2, con modelados simples pero agradables, manteniendo el estilo de la franquicia, escenarios bastante planos y repetitivos... ni los impresionantes jefes finales de las entregas 2D han sabido adaptarse a la tercera dimensión, resultando bastante poco llamativos.
Lo mejor, sin duda alguna, el diseño artístico. Sólo los artworks son de una impresionante calidad, y si ya valoramos las secuencias CGi como la de la introducción, la cosa mejora enormemente, mostrando unos héroes y villanos completamente vivos y carismáticos. Marco, Eri y los demás son tanto -o más- divertidos aquí que en cualquier entrega previa.
Las melodías poseen el mismo carisma de antaño, y los efectos sonoros se han reciclado de los clásicos de NeoGeo o el más reciente Metal Slug 6 de Atomiswave. Ese antológico "Mission Start!", los sonidillos de las armas... Curiosamente, la versión japonesa de Metal Slug 3D cuenta con doblaje al inglés y subtítulos en japonés, por lo que cualquier persona con conocimientos medios de inglés hablado puede entender el argumento sin problema alguno.
En conclusión, tras unas horas con la versión japonesa nos hemos quedado un poco fríos. Por una parte por el poco intuitivo manejo de elementos básicos como los vehículos, el cambio de armas o el apuntado automático, y por otra por la cámara, bastante traicionera. Gráficamente es simplón, pero carismático, y jugablemente de momento es poco más que correcto, pero atrapa incluso con sus fallos. Queda mucho para verlo por aquí, pero a botepronto hay muchas cosas que deberían mejorarse para que nos encontremos con un Metal Slug digno de las tres primeras entregas de la saga.
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